– Me duele.
– Lo sé. Hay momentos en que lo pasamos fatal.
– ¿No me vas a a decir que no me duela y que intente estar bien?
– ¿Dejaría de dolerte si lo hiciera?
– No
– Es normal que te duela y quiero que sepas que mientras dure, te acompaño.
¿Sabes por qué esta conversación es un buen ejemplo de cómo gestionar una situación emocional difícil con tu hij@?
Porque:
✔️ Valida, acepta y permite expresar emociones y sentimientos.
✔️ No juzga,…acompaña.
✔️ No niega la realidad.
✔️ Escucha de verdad, con el corazón.
✔️ Evita proyectar en él o en ella, las propias emociones.