La rueda de las opciones

Por alguna razón alguien decidió hace tiempo que no está bien hablar de nuestros miedos, de nuestra tristeza o dolor.
Nos han enseñado que hay que esconderlos y escondernos de ellos porque no debemos mostrarnos débiles o vulnerables.
Pero, nadie deja de tener miedo o de estar enfadado por el simple hecho de decirle que no sea cobarde o que se calme.
Todo tiene su porqué y todos tenemos derecho a quejarnos, a sentirnos tristes o enfadados.

Y aunque, nuestro primer impulso es contener y evitar las emociones negativas de nuestros hijos, la neurociencia ha demostrado que la única manera de no quedarnos atrapados en ellas, es: «darnos» permiso para sentirlas e identificarlas.
La única manera de entenderlas y gestionarlas es conocer nuestros porqués y sus consecuencias.
¡Hablamos de gestionar, no de eliminar porque cada emoción tiene su momento y su función!
El problema surge cuando las emociones negativas son muy recurrentes y prolongadas en el tiempo y perdemos el control sobre ellas.

Una herramienta que se utiliza en Disciplina Positiva para la gestión de emociones negativas es la «rueda de las opciones«:

✔️ En un momento de calma, anima a tu hijo a hacer una lista de opciones para manejar una situación que sea problemática (enfados, deberes, peleas…).
✔️ Apuntad cualquier idea que se le ocurra: dibujar un rato, escuchar música, dar un paseo, escribir cómo se siente, pedir ayuda…..
✔️ Evaluad cuáles podrían ser las soluciones más efectivas y posibles de realizar.
✔️ Construid una rueda en una cartulina o papel. Dividid el círculo en tantos quesitos como opciones tengáis.

Solo queda que los niños escriban y/o dibujen sus opciones. Así, cuando tu hij@ se sienta desbordado puede hacer girar su rueda y poner en práctica la solución ganadora o usar aquella con la que se sienta más cómodo en ese momento.