¿Qué sabes de los videojuegos?

Según la plataforma Newzoo (principal proveedora de análisis estadísticos de videojuegos en el mundo), en 2020 se alcanzó un total de 2.8000.000 de jugadores (gamers) a nivel mundial, lo que equivale a 1/3 de la población.

Con estos datos, es inevitable preocuparse por los posibles efectos, a nivel neurobiológico y psicosocial en tu hijo o hija de una industria que no deja de crecer y por lo complicado que resulta, a día de hoy, evitar el contacto con la tecnología.
Los estudios indican que muchos padres tienen poco conocimiento y control sobre el uso de VDJ (y de la tecnología en general) de sus hijos.

Lo primero que tienes que tener en cuenta es la edad del niño.

En niños pequeños, el mejor juego para el desarrollo temprano de su cerebro es el que implica actividad física al aire libre, con otros niños y contigo.
Los expertos recomiendan no usar medios digitales antes de los 4 años.
A partir de allí, siempre bajo tu supervisión, es fundamental que «fomentes su responsabilidad y establezcas unos límites y normas muy claros».

Pero, ¿por qué les gustan los VDJ?
En condiciones normales, hay una simple motivación de entretenimiento, emoción por formar parte de la historia del juego, superar retos, relacionarse con otros, tomar sus propias decisiones, mostrar sus habilidades ….

¿Son adictivos los videojuegos?
La gran mayoría de los chicos y chicas juegan a VDJ sin ninguna repercusión importante. No se vuelven adictos ni desarrollan otros problemas.
De hecho, hay una gran diferencia entre juego frecuente y adicción
Sin embargo, parece que los adolescentes que juegan muchas horas a VDJ, tienen estructuras y niveles de actividad diferentes, en zonas del cerebro ligadas a la recompensa y la dopamina, que pueden llegar a convertirse en una adicción.

El uso de cualquier dispositivo electrónico debería ser, siempre, una alternativa de ocio más. 
La línea se cruza cuando aparece:
a) Falta de control y dependencia (aunque sé que no debo…….necesito jugar) que mantienen la conducta
b) Daño grave, deterioro o consecuencias negativas a nivel físico y psicológico.

Factores de riesgo
Aunque hay otros, un mal funcionamiento psicosocial parece ser uno de los factores de riesgo para el desarrollo de un patrón adictivo.
Si tu hijo parece obsesionado con  jugar, averigua si lo utiliza como una forma de evadirse de algún problema.
¿Algo funciona mal con sus amigos, en el colegio o contigo?

Algunos signos de alerta

  • No respeta los límites que le has puesto para jugar.
  • Está irritable y/o con un estado de ánimo bajo.
  • Juega muchas horas (incluso sacrifica horas de sueño para jugar).
  • Evita realizar otras actividades que antes le gustaban y no quiere relacionarse socialmente.
  • Tiene problemas de rendimiento académico.

En resumen, el juego se ha convertido en su principal interés y actividad.

¿Tienen algún beneficio los videojuegos?
Aunque su abuso tiene sin duda consecuencias negativas, jugar a VDJ no es malo en sí mismo.
Puede ser beneficioso en aspectos relacionados, por ejemplo, con la memoria visual, la atención, las habilidades motoras, las funciones ejecutivas, el aprendizaje y como estrategia de rehabilitación en patologías concretas.

Recuerda siempre que el videojuego adecuado es aquel que es correcto para la edad de tu hijo o hija y mantiene un equilibrio con otras alternativas de ocio. 

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