❌ Toleras que te falte al «respeto».
Hay ciertos límites que nunca debes dejar que se superen.
Exigirle respeto, le enseña a exigir respeto a los demás.
❌ Te niegas a admitir que no es «perfecto».
Negarse a ver algún problema o dificultad de tu hijo es negarle la oportunidad de mejorar.
Y le sitúa en un nivel de exigencia que, tal vez, no puede cumplir.
❌ Haces suposiciones sobre lo que piensa, lo que le gusta o lo que teme.
Así, solamente tienes en cuenta tus «necesidades» no las suyas.
❌ Asumes sus responsabilidades y sus errores y no fomentas su curiosidad y su autonomía.
Los padres no estamos para «conseguirles o evitarles» cosas, estamos para enseñarles a que consigan y eviten por ellos mismos.
¿Se te ocurre alguna situación más en la que no ayudes a tu hijo?