Cuando tu hijo y tú veis el mundo de manera diferente puede ser muy difícil debatir una idea o alcanzar un acuerdo.
En ocasiones, cada desacuerdo puede convertirse en una batalla entre el bien y el mal.
Me contaba una adolescente, a propósito de una discusión que había tenido con sus padres, que para ella: «No hay un between».
Consideraba así sólo dos posibles respuestas excluyentes (la suya y la de sus padres) y no tenía en cuenta que, de hecho, 🔸las posibilidades y los acuerdos son infinitos 🔸.
Cuando tu hijo se comporta así, normalmente es:
En general, nos cuesta hablar con los que piensan distinto y, sin darnos cuenta, podemos caer en un discurso intolerante.
Así que, es importante, enseñarle a tu hijo:
✔️A estar en desacuerdo.
✔️A que sin escucha mutua no hay conversación.
✔️A separar las ideas de las personas.
«Puedo no estar de acuerdo con lo que me dices pero eso no significa que deje de quererte».
La posición contraria a la de defender nuestra postura, contra viento y marea, es recurrir al silencio por miedo al enfrentamiento.
Por eso, también es importante que tu hijo aprenda a expresar y mantener sus ideas de forma adecuada.
¿Cómo puede hacerlo?
✔️Expresando sus sentimientos y opiniones de la forma más simple y clara posible:
«Estoy triste/ molesto porque….».
✔️Proponiendo soluciones:
«Preferiría / me gustaría que tú….».
✔️Mostrando respeto y comprensión hacia otras ideas pero manteniendo la suya:
«Entiendo tus motivos, sin embargo…».
✔️Buscando soluciones que posibiliten un compromiso mutuo:
«Yo podría hacer… si tú puedes… así ¡ganamos los dos!».