¡En casa me lo sabía! Me he quedado en blanco.
¿Cuántas veces te lo ha dicho tu hijo o hija cuando un examen no le ha ido bien?
Entonces, ¿qué ha salido mal?
En 1885, gracias a sus estudios sobre la memoria, el psicólogo Hermann Ebbinghaus llegó a dos conclusiones:
La velocidad con la que olvidamos depende de varios factores como la dificultad, cantidad y comprensión de la materia, los conocimientos previos, el estrés, el sueño…..
El ritmo al que olvidamos es más o menos el mismo para todos, pero se puede modificar utilizando estrategias de aprendizaje que han demostrado ser más efectivas que otras.
Veamos algunas:
1.- EVOCAR O RECORDAR.
Uno de los métodos más comunes que usan los estudiantes para intentar aprender es la repetición: leer y/o copiar, una y otra vez.
Sin embargo, con este sistema, lo que suele suceder es que, el material acaba resultando familiar y produciendo una falsa ilusión de «me lo sé».
Está demostrado que es mucho más eficaz si, después de una sesión de estudio, se dedican algunas sesiones a poner a prueba la memoria intentando recuperar lo que se ha estudiado en lugar de, simplemente, repetir.
De esta manera, es más fácil darse cuenta de lo que todavía no se entiende o no se ha aprendido
Se puede, por ejemplo:
2.- ESPACIAR SESIONES Y PLANIFICAR REPASOS.
Concentrar toda la materia en una única sesión de estudio de muchas horas es menos efectivo que practicar la misma cantidad de horas a lo largo de varios días.
No resulta útil repetir lo mismo una y otra vez o hacer 20 ejercicios sobre lo mismo en una única sesión.
Es mucho más eficaz planificar repasos en diferentes días y, así, consolidar y reforzar lo aprendido.
3.- DORMIR.
Si no se duerme bien antes de un examen, todo lo demás que se haya hecho perderá su valor.
Durante el sueño, nuestro cerebro elimina productos tóxicos, crea nuevas conexiones y pone en orden las ideas y conceptos que aprendemos.
Más o menos, así quedaría la curva del olvido de tu hijo si estudia sin tener en cuenta, como mínimo, estos tres consejos:
Sin duda, hay estudiantes que tienen más éxito que otros y hay varios factores a tener en cuenta, pero lo que está claro es que los estudiantes más exitosos son los que utilizan estrategias de aprendizaje más eficaces.
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