¿Eres la persona a la que tu hijo o hija recurriría si tuviera un problema?
En general, estaremos de acuerdo en que la confianza es básica en toda relación y que es bastante complicado ir por la vida sin fiarse de nada ni de nadie.
Sin confianza no hay vínculo ni seguridad en el otro ni en uno mismo.
¿Qué puedes hacer para ganarte la confianza de tu hij@?:
🔸EMPATÍA.
¿Cree tu hijo que realmente te preocupas por él, prestas atención a lo que le interesa y a lo que le preocupa?
¿Le escuchas de verdad o estás demasiado distraído y ocupado?
Ten en cuenta, siempre, que uno de los deseos más importantes que tenemos todos (y desde luego, tu hijo e hija) es el de sentirnos apreciados.
🔸COHERENCIA.
¿Eres coherente con lo que le pides a tu hijo que haga y lo que haces tú?
«No me grites y se lo dices gritando»
¿Eres fiable?
Haces lo que dices que vas a hacer y cumples tus promesas.
En general, no nos gusta mucho la incertidumbre y dejamos de confiar en alguien cuando no sabemos muy bien qué esperar del otro.
🔸CREER QUE ES CAPAZ y darle responsabilidades, permitirle errores y opiniones diferentes a las tuyas.
Porque la buena confianza no promueve una aceptación a ciegas que raye con la obediencia.
Un cierto grado de desconfianza es bueno y necesario. Cuestionarse ciertas cosas es imprescindible porque nada ni nadie es infalible.
Es más fácil perder la confianza del otro que ganársela, así que, hay que trabajarla día a día: escuchando, sosteniendo, hablando,…y no perder nunca de vista la importancia que tiene en el desarrollo y bienestar de nuestros hij@s.
Porque esa confianza mutua da como resultado niños y niñas más cooperativos, autónomos, empáticos, competentes socialmente, más interesados en aprender y explorar.
Y tú, ¿crees que la confianza es uno de «tus imprescindibles» a la hora de criar y educar a tu hijo e hija?